viernes, septiembre 02, 2011

Color a Novio II: Caramelo (o "el Terrible")

Caramelo fue mi segunda relación, luego de Enero y antes de Almendra.

No puedo terminar de expresar cómo me afectó Caramelo. 
Aún después de muchos años, siento réplicas de lo que sentí por él.

Nos presentó mi mejor amigo.  De hecho nos presentó dos veces, pero a la segunda finalmente pudimos ponernos a conversar.

Era moreno, alto, con una piel como no he vuelto a encontrar: suave, bien cuidada.  Iba mucho al gimnasio, por lo que su cuerpo estaba muy bien formado, pero sin caer en lo vigoréxico.

El click fue instantáneo.  El problema era que Caramelo tenía novio desde hacía años, pero a mí se me olvidó (mi olvido a veces es tan conveniente). 

Empezamos a tomar café en secreto.  A hablarnos en secreto.  A mandarnos mensajes en secreto. 
En algún momento estuve convencido de que lo amaba, y de que él me amaba a mí. 
Pero luego me di cuenta de que le era infiel a su novio conmigo y con otro mae, por lo que me sentí herido (qué conveniente sentirse traicionado cuando es uno el que está traicionando al novio de Caramelo).

Al final me alejé, y cuando Caramelo terminó con su novio, el novio en cuestión me buscó para que yo fuera su amigo y le ayudara a curarse de Caramelo.  Entonces le conté todo, y esa noche fue terrible.  Llamadas van y vienen, reproches, gritos, en fin, la típica tragedia.  Juré que nunca volvería a meterme en esos dramas, y hasta la fecha he cumplido ese juramento.

De todos, él es el que más poemas me ha sacado, y más lágrimas.  En algún momento pensé que él me despedazó el corazón, y nadie más lo ha podido componer. 
Luego recordé que mi corazón es mío y yo soy el encargado.

¿Qué recuerdo de él?  Los poemas que le escribí, un poema que me mandó por mensajes un día que yo estaba muy mal, sus besos, su mirada, sus abrazos morenos en esa piel... la ilusión de que éramos uno para el otro.

martes, agosto 02, 2011

Color a Novio I: Enero (o "El primero")


El fue mi primer novio.
Lo llamaré Enero. No por chico de calendario, sino por ser inicio.
En esa época los dos teníamos 17 años.
Nos presentó un amigo al que llamaré Lobo.  Amigo era en aquel tiempo.

Yo decidí estrenar junto a Enero nuestro noviazgo, con poca inocencia pero mucha inexperiencia.

Noviazgo corto de un par de meses, justo para quitarnos la etiqueta de no saber qué era una relación.
De pronto vino el Lobo y le mostró a Enero que se podía ser infiel.

Y de pronto Enero me era infiel con otro llamado también Gris (para evitar tener que memorizar otro nombre).
Terminamos.

Desde entonces, él no soporta la idea de estar soltero.
Desde entonces, no soporto la idea de no estarlo.

¿Qué recuerdo de él?  
Sus labios gruesos, su deliciosa sonrisa, su cuerpo blanco, su voz de niño, su osadía a la hora del sexo, sus cartas.

Supongo que siempre tendrá un lugar en mi memoria por ser el primero.  No fue el gran amor de mi adolescencia.

Pero fue el primero.

lunes, julio 25, 2011

Sepia (o "Reflexión retrospectiva")

Un amigo que leyó este blog me hizo ver que todos mis posts tienen que ver con cosas que he vivido, en vez de cosas que estoy viviendo.

Pues tiene razón. 
Supongo que al abrir este blog, quise darle voz a una parte de mí que generalmente no habla tan en voz alta, y una parte de ese "empoderamiento" es empezar a hablar de mi pasado.

Hablar del pasado no para lamentarme ni para decir esa frase cansada y falsa de que "todo tiempo pasado es mejor".  No.. Es ver al pasado para ver mis pasos y tratar de entender cómo rayos llegué hasta acá. 

Jorge Santayana dijo algo así como que "Quien no aprende del pasado está condenado a repetirlo"

Hubo un tiempo en que yo vivía mi vida entre el miedo y la impulsividad.  Creo que son dos lujos que no puedo darme.  No por estar comprometido con el pasado, sino más bien para comprometerme con el futuro.

Y con respecto a eso de que todo tiempo pasado fue mejor... uuy.. lo que pasa es que la memoria de los nostálgicos está llena de efectos especiales

viernes, julio 15, 2011

La fiesta (o "ser y/o parecer")

Acompañé a una amiga  a una fiesta de un conocido suyo.
No teníamos ganas de ir, pero en fin. 
Para peores, llegamos de primeros.  Sólo estaban el cumpleañero y su hermana, que es una de las mejores anfitrionas que he conocido en mi vida.

Nos quedamos hablando y al rato llegaron dos invitados más. Uno en especial era un poco escandaloso, y entró haciendo gala de toooda su presencia gay, como si fuera una diva por la alfombra roja (de hecho se refirió a sí mismo como una diva.. ).

Mi amiga y yo estábamos ocupadísimos en la mesa de las botanas, junto con el vodka. 
En medio de todo, hice un comentario con respecto a no se quién (creo que era Lady Gaga.. no sé), a lo que este personaje me dice:  

"Mmmm.. TIPICO comentario buga  (buga = heterosexual, en el argot costarricense)"

A lo que el cumpleañero le dijo que yo NO era heterosexual. Pero este tipo no le creía.
Entonces mi amiga le aseguro que yo era gay.  Pero el tipo este no les creía.

En fin, es la primera vez que tengo que salir en defensa de mi homosexualidad.
¿Acaso tengo que verme de alguna forma para que me crean?  

lunes, junio 27, 2011

La Religión (o "La deidad Cromofílica")

Hablar del tema "religión" en el ambiente gay no es fácil.

Soy practicante, y en mi adolescencia me topé con la culpa de ser gay, lo que me llevó a la típica pregunta de si había nacido así o no, o si Dios quería que fuera así o no.

Pasé muchos años atormentado por ese sentimiento..
De pronto, un día me di cuenta de que el estigma lo llevaba por dentro..

No voy a hacer propaganda ni pedir comprensión ni nada.

Mi posición con respecto al tema puede que no sea religiosamente correcta.. pero es mía.

Yo decido creer en un Dios que entiende que nuestra sexualidad es una parte de nosotros, no un todo.
Yo decido creer en un Dios que me ama por quien soy
Yo decido creer en un Dios que valora mi búsqueda del amor
Yo decido creer en un Dios que hizo todos los colores.
Yo decido creer en un Dios que ama a todos los colores por igual.

Y si ese Dios no existe, no vale la pena creer en algo más...


jueves, junio 16, 2011

Ponzoña (o "Consejos para animales NO alados")

El hecho de que yo ya no le hable a esa amiga en particular no implica que olvide los buenos consejos que me dio.  O los momentos graciosos o geniales.


Por ejemplo, una vez ella nos contó que le estaba comentando a su mamá lo mucho que le hubiera gustado tener tetas más grandes (iba a escribir "senos" pero me sonó muy victoriano), a lo que la madre le respondió


"Dios no le da alas al animal ponzoñoso"


Me acordé de esto debido a que un día de estos, mientras cuidaba un examen de un profesor colega, me di cuenta de que tenía varios alumnos bastante guapos y me pregunté por qué yo no tenía alumnos así.


Obvio, clarísimo.
Imaginen cómo sería. 
No podría concentrarme. No podría dar clase.
Este libidinoso en medio de tiernos y deliciosos cuerpos jóvenes en su esplendor.
Yendo un poco más en ese razonamiento, alguna vez me pregunté por qué yo no era más alto, de ojos claros, de naturaleza fornida, ojalá rubio
En fin, atributos físicos que sumados a mi perseverancia (y un poco de depravación natural) me convirtieran en un galán arrasador.. 


La respuesta supongo que viene del hecho que no es que Dios le haya negado alas al animal ponzoñoso.. sino que al animal al que le negó las alas, le dio el veneno, para que se defienda.


Por ejemplo, no sé si les ha pasado a ustedes, pero yo me he topado con hombres atractivos pero que no son muy interesantes, ni simpáticos ni profundos.  Y también he topado con que hay gente suuuper interesante y simpática y trascendental, pero que no han sido llamados para la portada de GQ o Mens Health o Advocate o alguna campaña de ropa interior.

Creo que en mi caso, no soy un modelo de portada, pero bueno, algo he tenido que aprender para defenderme.  


Las alas tal vez serán para otros.
Por ahora, hay que aprender a aceptar el veneno, y usarlo con moderación.
Ah, y volar, de todas formas....








jueves, junio 09, 2011

Proyecto 35 (o "La Parábola del Aeropuerto")



Conversando en una mesa de tragos con unos amigos, uno de ellos nos comentaba cómo una tía había decidido dejar de esperar al amor de su vida, y volcar toda esa energía hacia sí misma. 

Por decirlo así, Penélope agarra su kit de costura y se teje un paracaídas o una cuerda de bungee y deja a todos en Itaca preguntándose qué rayos.

Así que estoy pensando en ponerme como meta los 35 años.. jejeje.. Digamos que a esa edad voy a cancelarle el contrato a Cupido (digo, si de todas formas pensaba llegar).  Podría dedicarme a hobbies, voluntariado, proyectos, viajes.  Hey, de hecho lo estoy haciendo. La diferencia es no pensar que falta alguien.

Es como si uno en su vida sentimental hubiera invertido tiempo y recursos para construir un aeropuerto, esperando a que lleguen aviones.
Lo que pasa ahora es que uno no va a demoler el aeropuerto. 
Pero ahora el aeropuerto se convertirá en un mercado de artesanías, o un museo de arte y diseño moderno, o en un teatro.
La infraestructura sigue ahí. 
Y si de pronto algún avión extraviado ocupa aterrizar, pues puede hacerlo. Pero que sepa que aunque haya una pista de aterrizaje, ya no es un aeropuerto.

En fin.. es solo una teoría.  Puede que de aquí a ese momento me contradiga.  O que cambie el deadline a los 40.. jejeje



yo he estado ahí.. jeje