sábado, mayo 28, 2011

Lujuria (o "Sus dos caras")

Mucha gente asocia la lujuria con el fuego.
Creo que se debe a la aceleración del pulso cuando empiezo a desear a un hombre.
Creo que se debe al calor que siento cuando te acercas o cuando me ves. 
Creo que corresponde a mi deseo de que la ropa se vaporice al mismo tiempo que te imagino desnudo.
En la lujuria hay un fuego que todo lo quema, todo lo consume, todo lo penetra (¡todo y a todos!). 

La lujuria tiene unas alas que le faltan a la virtud.  Es rápida, letal, todo lo confabula, todo lo planea.

Pero esta característica calculadora me hace dudar.

Porque la lujuria también es fría. 
Deliciosamente despiadada, como cuando te ordeno que me beses aquí, o cuando me obligas a ponerme de rodillas (y yo me hago el sumiso). 
Es a veces indiferente como cuando paso de un cuerpo a otro, de una piel a otra, de una verga a otra, sin importarme siquiera los nombres..
Corre como un río hacia el mar. Indetenible. Decidida.

La lujuria también es como el agua entonces. 
Como el semen.
Como el sudor.
Como la saliva.
Como la sangre.

Salud!

3 comentarios:

  1. De primera entrada pensé, él habla de mí, como si al fin fuera TAN IMPORTANTE.

    Puede ser que lo recuerdes, por mi fecha de nacimiento, mi carta es la lujuria y mi signo el fuego...arrrr.

    ResponderEliminar
  2. si lo pones asi, pues tiene mas de agua que de fuego. Por los fluidos en el sexo compartimos tanto que es imposible no estar de acuerdo contigo

    ResponderEliminar
  3. Tipo: pues no es solo de vos... pero alguna conversación con vos me habrá inspirado algún renglón. Si escribiera algo respecto a vos, creeme, te darías cuenta.. jajaja

    Damián: pues para mí tiene de ambos, pero la parte acuosa es mucho más rica justo en eso del compartir.. jejeje.. y tranqui.. no es necesario estar de acuerdo conmigo, sino disfrutar el momento cuando llega.. jajaja

    ResponderEliminar